¡Hola! Atención, porque hoy os traigo el mejor pan sin gluten que he hecho nunca. Sí, sí, no exagero. Además, aunque requiere mucho tiempo de fermentación, es súper fácil de hacer, ya veréis. Pero antes, me gustaría dar las gracias a Eva, del blog Glutendence, porque me he inspirado en una de sus recetas y he seguido sus consejos para sacar adelante la masa madre, no dejéis de visitar su blog. También os recuerdo que podéis encontrar mis ingredientes más habituales en la tienda Smartfooding, donde si os registráis a través del siguiente enlace tendréis un 10% de descuento y envío gratis: https://www.smartfooding.com/?s=051138312 ¡Vamos allá!
Ingredientes:
- 50g de harina de arroz
- 50g de harina de sorgo
- 30g de harina de quinoa (si no tenéis, podéis ponerle harina de garbanzo)
- 20g de harina de sarraceno
- 260g de almidón de maíz
- 40g de almidón de tapioca o yuca
- 100g de masa madre (de sarraceno y arroz)
- 15g de psyllium
- 15g de semillas de lino molido
- 500ml de agua
- 10g de semillas de lino enteras
- 8g de sal
Elaboración:
- En un bol, mezclamos todos los ingredientes excepto el agua, la masa madre y el lino entero.
- Añadimos el agua y el lino entero, y amasamos (yo uso una amasadora como esta, es ideal para las masas sin gluten, que son más difíciles de trabajar) durante unos 8 o 10 minutos para que el psyllium se vaya hidratando. Después añadimos la masa madre y amasamos un minuto más (conviene añadir siempre la masa madre lo último, para que sufra lo menos posible).
- Tapamos el bol y lo dejamos en el frigorífico 24 horas.
- Tras ese tiempo, sacamos el bol y lo dejamos una hora/hora y media a temperatura ambiente, que se activen las levaduras de la masa madre.
- Precalentamos el horno a 220 grados unos 15 minutos, con una fuente llena de agua (nos servirá para crear humedad) y con la bandeja donde hornearemos el pan dentro también para que se caliente.
- Ponemos un poco de harina de arroz en la encimera o en cualquier superficie bien limpia, volcamos la masa y, SIN APRETAR, le damos forma de hogaza, y hacemos un corte de unos 2cm de profundidad en la superficie (es lo que se llama greña, y por ahí crecerá el pan en el horno).
- Ponemos papel de horno en la bandeja caliente (con cuidado de no quemarnos), colocamos el pan y horneamos 15 minutos a 220 grados (con calor arriba y abajo, y ventilador, si tu horno no tiene ventilador, no pasa nada, busca si tiene función bizcocho o pastel porque puede servirte esa).
- Después, sacamos la fuente con el agua (cuidado: el agua quema, si crees que puedes quemarte al sacarla, mejor no la saques y deja el horno abierto unos 10 segundos para que se vaya el vapor de dentro, ya podrás sacar la bandeja cuando el horno se enfríe, no pasa nada), bajamos a 200 grados y horneamos 15 minutos más.
- Por último, volvemos a bajar a 180 grados y lo tenemos unos 25 minutos (como siempre digo, cada horno es un mundo, puede que vuestro horno necesite menos tiempo o más).
- Apagamos y esperamos 10 minutos antes de sacarlo del horno, lo colocamos en una rejilla (recuerda que no debes colocarlo en una tabla ni similar, siempre en una rejilla para que suelte la humedad, te sirve perfectamente la rejilla grill que viene con el microondas) y esperamos hasta que esté frío para cortarlo. ¡Una delicia!
Como siempre, si te animas a hacerlo (que te lo recomiendo encarecidamente), me encantaría que me lo hicieras saber, ya sea por Instagram (https://www.instagram.com/vegetairene/), por Facebook (https://www.facebook.com/vegetairene/), por email (vegetairene@gmail.com) o por la sección de contacto de este mismo blog.
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