¡Hola! Hoy os traigo una receta dulce. ¡Por fin ha llegado la temporada de boniatos o batatas! Por eso, la receta de hoy es un delicioso y sencillísimo bizcocho de boniato y algarroba. Además, es vegano, sin azúcar y sin gluten, por lo que podremos disfrutarlo todos/as :). ¡Ya verás qué fácil es, te sorprenderá su esponjosidad! Pincha AQUÍ si quieres decargar la receta en PDF para poder imprimirla y verla cuando quieras :D (espera 5 segundos y, en la esquina superior derecha aparecerá un botón que pone "Saltar publicidad", pulsa en ese botón, pulsa en "Permitir" cuando te lo solicite y podrás descargar el archivo).
Ingredientes
- 275 g de boniato asado
- 250 g de harina sin gluten (puedes usar harina de arroz o algún mix de harinas de repostería sin gluten). Si usas otro tipo de harina, puede ser que tengas que añadir más o menos líquido
- 330 ml de bebida vegetal (yo usé bebida de almendras)
- 8 dátiles (cuantos más dátiles uses, más dulce será el bizcocho)
- 3 cucharadas soperas de harina de algarroba (puedes usar cacao puro en polvo desgrasado, sin azúcar)
- 1 cucharada sopera de aceite de coco (le da un aroma delicioso, aunque puedes usar aceite de oliva virgen extra si no tienes)
- 1 cucharadita de canela en polvo (lo ideal es que sea de variedad Ceylán, más aromática y dulce, y más sana)
- Un cuarto de cucharadita de sal (para potenciar el sabor de la algarroba o del cacao)
- Media cucharadita de limón negro en polvo (si no tienes, puedes usar la ralladura de medio limón (sin rallar la parte blanca, porque amarga)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Media cucharadita de levadura química de repostería
Elaboración
- Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Trituramos el boniato asado junto con la bebida de almendras, el aceite de coco y los dátiles.
- En un bol aparte, tamizamos la harina sin gluten junto con el bicarbonato y la levadura de repostería.
- Mezclamos bien el bol y añadimos también el limón en polvo, la sal, la harina de algarroba (o el cacao, según lo que hayas usado) y la canela.
- Añadimos al bol la mezcla que habíamos triturado en el segundo paso.
- Con ayuda de unas varillas, lo mezclamos todo bien. El grado de humedad de la masa dependerá mucho del tipo de harina que hayas usado. Por eso, si la ves demasiado seca, añade más bebida vegetal hasta que obtengas una masa densa y pastosa, pegajosa, pero nada seca ni apelmazada. Tampoco debe estar líquida como la de los bizcochos convencionales, ya que buscamos un bizcocho denso.
- Engrasamos bien o ponemos papel de horno en un molde para bizcochos o para plumcake (puedes usar el molde que más te guste, yo usé este).
- Vertemos la mezcla al molde. Será una mezcla bastante densa, así que tendremos que ayudarnos con algún utensilio, para mí lo mejor es usar una espátula de cocina). Cuando esté toda la masa en el molde, damos unos golpecitos sobre la encimera o la mesa para que la masa se extienda bien de manera uniforme.
- Metemos al horno previamente precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo (si tu horno tiene ventilador, actívalo cuando metas el molde con el bizcocho, pero no antes, porque podrías quemarte al abrir el horno).
- Dejamos unos 50 minutos, hasta que introduzcamos un palito y salga casi limpio. Importante: Aquí dependerá del gusto de cada uno, yo prefiero dejarlo un pelín húmedo por dentro, que el palito no salga del todo limpio, porque queda más jugoso, tipo brownie, pero puedes dejarlo más tempo para que sea más parecido a un bizcocho. ¡Y listo! Ya sólo queda desmoldarlo con cuidado y dejarlo enfriar sobre una rejilla para que suelte el exceso de humedad. Puedes congelar algunas porciones si quieres, queda muy bien al descongelarse :).
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