Hamburguesas veganas de lentejas y calabaza (sin gluten)

¡Hola! Con la llegada del otoño, ¡llegan las calabazas! Ya sabéis que me encantan, aunque siempre acabo usándolas para hacer crema (aquí tenéis la receta). Además, soy muy fan de las legumbres, creo que son un alimento completísimo, barato, rico, sano… ¡Son geniales! Por eso, se me ocurrió preparar una receta que incluyera ambos ingredientes, ¡y me han salido unas hamburguesas riquísimas! Si no te gustan las lentejas, puedes usar cualquier otra legumbre. Son unas hamburguesas realmente sorprendentes de sabor, ya que se nota la presencia de la calabaza, pero al mismo tiempo son aromáticas y sabrosas, el toque de la nuez moscada y la cúrcuma es delicioso. Allá va la receta, con esas cantidades me salieron 10 hamburguesas medianitas, así que podrás obtener 5 hamburguesas grandes. También puedes darle forma de croquetas (y posteriormente empanarlas) o de albóndigas, ¡como más te guste!


Ingredientes
  • 300 gramos de calabaza
  • 175 gramos de lentejas cocidas
  • Media cebolla
  • Medio puerro
  • 3 cucharadas soperas colmadas de harina de garbanzo (tal vez necesites más, dependiendo de la humedad que hayan aportado las verduras)
  • Una cucharada sopera de salsa de soja
  • Una cucharada sopera de levadura de cerveza desamargada o de levadura nutricional (opcional)
  • Una cucharadita de carne de pimiento choricero
  • Una cucharadita de ajo en polvo
  • Una cucharadita de cúrcuma
  • Una pizca de pimienta negra
  • Una pizca de nuez moscada
  • Una pizca de jengibre

Elaboración
  1. En un recipiente apto para microondas (yo uso un estuche de silicona con tapa), hacemos al vapor la calabaza durante 5 minutos a máxima potencia (muy importante que el recipiente esté tapado y tenga cierta ventilación). También puedes asar la calabaza al horno, pero el microondas es mucho más rápido. En estos 5 minutos, la calabaza no estará hecha del todo, pero no te preocupes, se terminará de cocinar en el siguiente paso.
  2. Cuando hayan pasado los 5 minutos, abrimos el recipiente (¡con cuidado, soltará vapor muy caliente!) y añadimos la cebolla y el puerro picaditos. Lo ponemos otros 5 minutos a máxima potencia.
  3. Escurrimos bien la calabaza, la cebolla y el puerro con ayuda de un colador, ya que no nos interesa que la masa adquiera demasiada humedad.
  4. Lo añadimos todo a un bol y aplastamos con un tenedor o con un pisapatatas.
  5. Añadimos al bol las lentejas y las aplastamos muy bien. No las vamos a triturar, porque no queremos una masa homogénea, sino una masa manejable pero que conserve sus trocitos de verduras y algún que otro trocito de lenteja.
  6. Cuando todo esté bien machacado e integrado, añadimos la salsa de soja, la levadura de cerveza desamargada y todas las especias. No le puse sal porque la salsa de soja ya le aportó el sabor salado suficiente para mí, pero puedes probar la masa y añadir más sal si quieres.
  7. Añadimos la harina de garbanzo. A lo mejor necesitas añadir más cantidad de harina, ya que dependerá del agua que haya soltado la calabaza y de cuánto la hayas escurrido. No te preocupes, si tu masa está muy líquida, añade más harina de garbanzos. Si crees que ya has añadido suficiente y no quieres añadir más, pero parece que se vaya a desmoronar al cocinarla, un truco muy bueno es congelar primero las hamburguesas ya formadas y cocinarlas sin descongelarlas.
  8. Tapamos el bol y lo dejamos en el frigorífico un par de horas para que la masa adquiera consistencia. Cuanto más tiempo lo dejes, mejor, aunque no hace falta que sean más de 2-3 horas.
  9. Una vez transcurrido este tiempo, formamos las hamburguesas. Puedes hacerlas del tamaño que más te gusten. Con estas cantidades, tendrás para 5 hamburguesas bastante grandes o 10 medianitas (son las que yo hice). Las que no vayas a comer, puedes congelarlas sin problemas: simplemente, colocas un trozo de papel vegetal, pones encima la hamburguesa, y la cubres con otro trozo de papel vegetal, y lo metes todo en un tupper o en una bolsa de congelación. Así tendrás siempre a mano unas hamburguesas caseras, sanas y ricas.
  10. En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, cocinamos las hamburguesas por ambos lados hasta que queden bien doraditas. Si ves que se desmoronan o no tienen una textura lo suficientemente consistente, prueba a congelarlas antes y a cocinarlas directamente sin descongelarlas, será mucho más fácil a la hora de darles la vuelta. También puedes empanarlas, pasándolas primero por una mezcla de agua y harina de garbanzo (o por huevo, si lo consumes) y después por pan rallado. También puedes hacerlas hamburguesas al horno.
  11. ¡Y a disfrutar! Tienen buena pinta, ¿verdad?

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