¡Pero mira qué pedazo de receta traigo hoy! ¿Crees que es imposible hacer un bizcocho vegano, sin gluten, sin azúcar y delicioso? Entonces, tienes que probar esta receta. Es muy fácil de hacer y queda increíble. ¡Vamos allá!
Ingredientes
- 250 gramos de Mix Dolci C de Schäer (o 125 gramos de harina de maíz y 125 gramos de maizena)
- 400 ml de leche de vegetal sin azúcares añadidos (la que quieras, yo uso leche de soja)
- 12 dátiles medianos-grandes
- Ralladura de la piel de un limón y de una naranja
- 100 gramos de compota de manzana y albaricoque (de la fruta que quieras)
- Medio sobre de levadura de repostería (8-9 gramos aproximadamente)
- Dos cucharadas soperas de harina de algarroba (puedes sustituirla por cacao desgrasado en polvo sin azúcar)
- Dos cucharadas soperas de coco rallado
Elaboración
- Unas horas antes, calentamos un poco la leche y dejamos en remojo los dátiles para que se ablanden.
- Al cabo de un par de horas, trituramos los dátiles junto con la leche.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Añadimos la mezcla a un bol y añadimos también la ralladura de la piel de un limón y de la piel de una naranja (con cuidado de no rallar la parte blanca, porque daría sabor amargo).
- En un bol aparte, mezclamos la harina y la levadura, y la tamizamos sobre el bol con la leche.
- Mezclamos bien con ayuda de una varilla.
- A continuación, separamos la mezcla en dos boles, vertiendo la mitad del contenido en cada uno de ellos.
- A uno de los boles, le añadimos la compota y el coco rallado.
- Al otro, le añadimos la harina de algarroba.
- Engrasamos un molde o colocamos papel de horno.
- Añadimos una capa del primer bol, una capa del segundo bol, otra del primer bol, otra del segundo bol, y una última del primero. No tiene por qué quedar perfecto, la belleza de un bizcocho marmolado es que las capas vayan quedando según vayan cayendo en el molde.
- Metemos en el horno a una altura media y horneamos a 180ºC con calor arriba y abajo (si tu horno tiene función de ventilador, mejor, así se reparte el calor uniformemente y el bizcocho crece mejor). Estará listo en unos 45-50 minutos, aunque el tiempo dependerá de cada horno. Mi consejo es que, una vez pasados unos 45 minutos, abras el horno (¡cuidado, desactiva antes la función de ventilador para que el aire caliente no te dé en la cara!) e introduzcas un palo de brocheta hasta la mitad del bizcocho. Si sale limpio, estará listo. Apaga el horno, saca el bizcocho y, cuando hayan pasado unos minutos, desmóldalo y deja que se enfríe en una rejilla para que la base del bizcocho no se quede demasiado húmeda. ¡Y a disfrutar!
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